Encuentro 20 años del Centro de Liderazgo Para el Desarrollo

Presentación

20 años del Centro de Liderazgo para el Desarrollo

“Una celebración que mira al pasado con gratitud y al futuro con decisión y esperanza”.

Han pasado dos décadas desde que nació este Centro con una convicción clara: no hay desarrollo auténtico sin líderes virtuosos. En tiempos marcados por el ruido, la prisa, la superficialidad y el desconcierto moral, nosotros apostamos por algo más profundo, más exigente, más humano. Nos resistimos a ser una escuela más de liderazgo. Aquí no vendemos recetas fáciles ni fórmulas de éxito inmediato. Aquí formamos personas dispuestas a pensar con profundidad, a actuar con valentía y a servir con integridad.

Creemos que el desarrollo de una región —como la nuestra, el sur del Perú— no puede depender solo de indicadores económicos, sino del crecimiento integral de sus personas, de su capacidad de amar, decidir, crear y construir juntos. Por eso, la virtud no es una palabra decorativa en nuestro discurso: es un camino esencial para transformar la vida, la empresa, la política, la educación y la sociedad entera.

Hoy, al cumplir 20 años, queremos volver a reunirnos, esta vez para escuchar los testimonios de quienes se han atrevido a liderar con el corazón y con la razón, con técnica y con alma. Esta celebración es también una llamada: a jóvenes que buscan sentido, a empresarios que quieren dejar legado, a ciudadanos que no se resignan ante la corrupción, la desigualdad o la mediocridad.

El mundo necesita líderes que no se vendan al mejor postor, que no negocien la verdad por aceptación, ni el bien por comodidad. Necesitamos personas capaces de mirar el dolor del otro y responder con compasión inteligente, con soluciones reales, con proyectos sostenibles, con decisiones éticas. Este Centro ha sido, es y seguirá siendo un espacio de formación profunda, de preguntas incómodas, de amistades que perduran y de compromisos que cambian destinos.

A quienes alguna vez pasaron por nuestras aulas, los invitamos a volver, no por un mero sentimentalismo, sino por responsabilidad. A quienes aún no nos conocen, los desafiamos a unirse a esta causa. Porque no hay liderazgo sin sacrificio, ni desarrollo sin virtud. Y porque cuando los que creemos en el bien nos unimos, la historia cambia.

El Centro sigue de pie, más firme que nunca, dispuesto a ofrecer una respuesta sólida y valiente frente al relativismo, el economicismo y la cultura de muerte. Te invitamos a reencontrarte con esta misión. Porque liderar no es imponer, es servir. Y servir no es resignarse, es transformar. Bienvenidos a este encuentro. El sur del Perú nos necesita. Y el tiempo de actuar, es ahora.